RIZAL Y LA MASONERÍA

Guillermo Gómez Rivera (Academia Filipina de la Lengua)

El trasfondo que llamamos político-conflictivo que, los que seguimos con nociones de español, que más o menos conocemos, es la lucha entre la masonería y los frailes. O mejor dicho, entre Charleston (en Estados Unidos) y Roma. Y esa lucha fue llevada, muy de lleno, a las islas Filipinas tanto por los masones españoles del Gran Oriente Español como por los mismos frailes igualmente españoles.

El Gran Oriente Español era la logia creada por los masones usenses e ingleses para reclutar a españoles y aquí podría estar el quid de todo el problema que afrontamos. La lucha en España entre el clero español, que incluye las órdenes religiosas en Filipinas, y la masonería representada por Primo Miguel de Morayta, Joaquín Pardo de Tavera, Antonio y Manuel Regidor, el Gobernandor General Rafael de Izquierdo, es un trasfondo histórico que casi nunca se trata con el debido detenimiento y trasparencia desde que inauguramos la “educación bilingüe en inglés” impuesta por los usenses.

Es por eso que cuando Rafael de Izqueirdo, masón del grado 33, mandaba ejecutar por garrote vil a los tres sacerdotes católicos, Gómez,Burgos y Zamora, culpándoles por el alzamiento caviteño de 1872 mientras tan solamente desterraba a las Marianas a sus hermanos masones,(de Tavera, los Regidor y tantos otros) hemos de ver de otra forma “la raíz del martirio” de esos tres sacerdotes que, oficialmente, se achaca a los españoles en general por parte del “escolarizado” pinoy de nuestros días.

Con el tiempo, la supuesta maldad de los frailes españoles ya lo olvida la generalidad de los filipinos católicos, pero no la supuesta maldad de la generalidad de los españoles como raza, como cultura y como lengua. Esto quiere decir que si ya se le perdonó al fraile español, al español de a pie, al lego secular, todavía no se le ha perdonado. (Vide: “Understanding the Noli”  por José S. Arcilla, S.I., Manila, 1995).

Y eso a pesar de que el anterior presidente de España, Felipe
González, puso flores al monumento de Rizal en la Luneta de Manila y públicamente pidió perdón por la ejecución de José Rizal cuando los verdaderos ejecutores de este héroe nunca fue España como ley, como pueblo, como idioma y como cultura.
Los verdaderos culpables son los de Charleston, Atlanta, U.S.A.

La ejecución de Rizal no solamente fue físico sino moral, cultural
y espiritual. Cómo casi todo lo que luego ocurrió en 1896 empezó primero a darse a conocer en 1872, el tema del martirio de los tres sacerdotes seculares, a quiénes José Rizal dedica su segunda novela, El Filibusterismo, merece una segunda mirada.

Ese “martirio” se achaca, oficialmente, a los frailes españoles cuando el autor del mismo no es ningún fraile. Rizal les hace la dedicatoria porque su hermano mayor, Paciano, miembro antiguo de la masonería española en la Manila también española, así se lo contó.

Pero, ni ese cuento sobre los tres sacerdotes martirizados por un Gobernador General masón en Rafael de Izquerdo, había descontado el españolismo de Rizal porque bien estaría consciente de su ciudadanía española por virtud de las
constituciones democráticas de Cádiz en 1912, 1923 y hasta 1930.

Así que si Rizal era asimilacionista, lo que quería era ni más ni menos educar en español a sus compatriotas indígenas para que entiendan las leyes que tenían que seguir puesto que, en sus palabras, dijo, “por la educación recibe lustre la patria”.

Y su españolismo tradicional (es decir, católico, de derechas si vale) se puede también entrever en los versos que escribió, durante el mismo año de 1875, en honor del navegante Sebastián Elcano, por ser el primero en circumnavegar el globo terráqueo,
y en honor del Capitán Urbiztondo, por la exitosa conquista del sultanato moro de Joló.

El joven poeta Rizal cantó a una victoria española como lo cantaría cualquier joven español de su tiempo:

Ocho baluartes se rinden/de los mores joloanos/ al fiero estruendo de Marte/ y de Urbistondo el estrago…

¡Ah! ¡Son ellos noble España,/ Cual los héroes de Lepanto!/ ¡Son ellos los que en Pavía/ Fueron de la guerra rayos!

Pasemos ahora al martirio de José Rizal.

Pues bien. Rizal se hizo Masón. Su hermano Paciano se encargó de instruirle en los principios de la Masonería. Los masones como Morayta, los Regidor y los Pardo de Tavera, eran los que le llevaron al universitario Rizal a Madrid para que allí escriba en contra de los frailes en el quincenario La Solidaridad y para que también escriba sus novelas. Y se lo llevaron sin el conocimiento de sus propios padres y cuando le faltaba un año más para terminar su carrera de medicina. ( Vide:“Rizal and UST”, F.Villaroel, O.P., Manila, 1984.)

¿Quiénes entonces costearon el viaje a, y la estancia en, España de José Rizal además del anillo que su hermana Narcisa le dió y los P35 pesos al mes que su hermano Paciano le prometió girar de cuando en cuando? (Vide: The Greatest Filipino,
por Rolando de la Goza, CM, Manila, 1980).

Es claro que con solamente esa cantidad no podría vivir en Madrid además de estudiar en la Universidad Central donde tenía al eminente Miguel de Morayta como su mentor.(Op.Cit.)

Está claro que como cualquier otro ciudadano, o súbdito español, José Rizal, por influencia de su hermano Paciano con quién hasta hizo un pacto celebático, tomó una postura en el conflicto entre frailes y masones.

Y tomó la postura de los segundos por el que, al enterarse los frailes dominicos, dueños que eran de las tierras de Calamba que dieron en arriendo a sus padres, optaron por deshauciarlos puesto que bien informados estaban de la encíclica “Humanum Genus” del Papa Leon Trece, expedida el 20 de abril de 1884, además de otra encíclica anterior “In Aeternum Patris”,
que abiertamente condenaban lo que ellos conceptuaban era, y es, la Masonería.

La revista “Cabletow” de la actual gran logia de “Philippines” nos dice, por otro lado, lo que sigue:

He (José Rizal), belonged to a highly Masonic family
and practiced his masonry both inside and outside the lodge.
In fact, his family was regarded as one of  the most masonic
families in the Philippines.
Traducción nuestra:[Él (José Rizal) pertenecía a una familia altamente masónica y practicaba su masonería dentro y fuera de la logia. De hecho, su familia estaba considerada como una de las familias más masónicas de Filipinas.] .( David J. Roads, PhD,  HON GBB, P SUB DGM (SC)CABLETOW, Page 41, Vol. 63, No. 3, Sept.-Oct. 1987, Plaridel Masonic Temple, Manila).

Pero, con la supresión que se tuvo que hacer de La Solidaridad, por la suspensión de la subvención pecuniaria, que provenía de contribuyentes masones, (tanto de la península
como de las islas), José Rizal se vió trasladado a París juntamente con los hermanos Luna y otros masones isleños, donde se reunían con mucha frecuencia en el piso de los Pardo
de Tavera y tenían de visita a Regidor que, en ese tiempo, ya residía en Londres.

En resumidas cuentas, los anteriormente exilados a las Marianas (Pardo de Tavera y Regidor), por maniobra de su hermano masón en el Gobernador General Rafael de Izquierdo, muy
facilmente se escaparon y lograron establecerse “muy cómodamente” en Paris y Londres, “mientras pagaban por el crimen de éstos” los tres mencionados sacerdotes.

Rafael de Izquierdo, como la justicia lo requería, debía haber mandado al garrote vil a dichos exilados en vez de los tres sacerdotes inocentes. Pero, así no lo hizo.

Los desterró a los verdaderos culpables del motín caviteño de 1872 a las Marianas para salvarles la vida por ser hermanos masones. Y, como no era ningún secreto la guerra entre masones y frailes españoles, Rafael de Izquierdo no tuvo ningún inconveniente en mandarles ejecutar a los tres sacerdotes por garrote vil.

El resultado de ese suceso en la actualidad, es que los católicos filipinos por lo general tampoco culpan a los frailes, aunque así se enseñe oficialmente en el sistema educativo en inglés dirigido por masones y protestantes usenses y sus cipayos en estas islas.

Esperemos, en ese caso, que es lo que pasará luego cuando se enteren los muy católicos filipinos de hoy que el Gobernador General Rafael de Izquierdo era masón del grado 33.

Continuemos con la trayectoria europea de Rizal. Ahora, todos sabemos que después de que el pintor Juan Luna haya matado a tiros (en París)a su suegra y esposa por ciertas desavenencias con relación a la propuesta venta de Cuba, Puerto Rico y Filipinas a los Estados Unidos por US$300 millones, José Rizal volvió a Madrid. (Vide: Carta-relación de Soledad Vital, luego segunda esposa y viuda de Juan Luna, Iloilo, 1952).

Una vez en Madrid, Rizal tuvo una riña con su paisano, Pedro Serrano Laktaw, masón del grado 33. Rizal le dijo a Serrano Laktaw que él se daba de baja de la Masonería. ( Vide: “Defensa Pro-Vita Sua” en el libro: Rizal’s Unfading Glory, por Antonio Cavana,
CM).

El pertinente texto dice en su traducción inglesa lo que sigue:
“In his DEFENSA which Dr. Rizal wrote for the use of his defender, Don Luis Taviel de Andrade, dated December 12, 1896, we read the following declaration from Dr. Rizal himself:

“It is false that I have ordered Pedro Serrano (Laktaw) to introduce Masonry in the Philippines. Serrano was of a higher degree than I in Masonry. I did not go beyond the 3rd Degree,
while Serrano had the 30th or 33rd degree.

This can be proved by the letter he sent me afterwards when I was in HongKong, the letter which is included in the proceedings and in which he appoints me “Venerable” as if it were to grant me a great title. Supposiing I were the chief, how can it be explained that an inferior bestows rank on the Commander-in-Chief? That letter proves the falsehood of the statement .

Besides, at our parting in Europe, Serrano and I were definitely antagonistic to each other. I left Madrid in Janaury/ February of 1891 and from that time I ceased to write and I no longer took any part in the politics of La Solidaridad. And, I severed my connections with Masonry. ---José Rizal (Vide: JesúsMa. Cavanna’s, Rizal’s Unfading Glory, part II, pp. 52-53)

El dato sobre la venta de las tres provincias de ultramar también se menciona en un episodio de la serie de TVE sobre “El 92” pero no se menciona en ningún texto en inglés que hable
sobre la vida y escritos de José Rizal.

Rizal se daba de baja de la masonería porque no estaba conforme, según doña Soledad Vital de Luna, con la propuesta venta de Filipinas a Estados Unidos por US$30 millones. Tanto
amaba Rizal a su tierra natal que le disgustó sobre manera la propuesta masónica de venderla a los Estados Unidos (con Cuba y Puerto Rico).

Junto a esta desavenencia con Serrano Laktaw viene el ofrecimiento, por parte de Rizal, de sus servicios como médico
al ejército español que luchaba contra la “insurrección de los masones cubanos” contra su madre patria, España.

Y este rechazo por parte de Rizal es la causa por el que se le fusiló puesto que todos los testigos que se declararon en su contra ante el Consejo de Guerra en Manila, todos los
testigos eran masones. Y esto nos lo señala no menos que el gran rizalista, Leon María Guerrero en su bien documentado libro, The First Filipino (El primer filipino):

“Why should it be so strange then for Rizal to “abhor” Masonry
as a society when he had in fact already left it four years before?
(Even Rafael Palma seems resigned to accept it.) Rizal apparently had no great love for Masons; he had quarrelled with
Marcelo H. del Pilar and Pedro Serrano Laktaw, AND AT HIS TRIAL, X X X, MASONS HAD TESTIFIED AGAINST HIM, AMONG THEM Pedro SERRANO LAKTAW, Timoteo PAEZ, MOISES SALVADOR, JOSÉ DIZON  and ANTONIO SALAZAR. (Emphasis, ours. Page 531, Leon María Guerrero, The First Filipino)

Estos datos, puestos en orden, apuntan muy claramente quiénes mandaron,de hecho, fusilar al Dr. José Rizal, valiéndose, desde luego, de la maquinaria adminstrativa del entonces gobierno español en Filipinas.

Y los masones de mente esclarecida no han de enfadarse, si sacamos a luz lo que usualmente se calla en los libros de texto sobre historia filipina y sobre Rizal en el actual sistema de “educación” en Filipinas donde no se tolera, dentro de lo posible, la enseñanza regular ni cabal del idioma del mismo Rizal, (el idioma español).

Después de todo, la masonería ha aportado para un gran sector del mundo el conocimiento de muchas libertades. Y si la
masonería es un mal, pues, como dijera el refrán: “tampoco hay mal que por bien no venga”.

Hablando imparcialmente, ha sido, después de todo, un verdadero acierto, por parte de la actual Philippine Masonry, la reciente ubicación que nos hizo de un reloj, bien grande y
bonito, delante del monumento de José Rizal en el famoso paseo de la Luneta de Manila.

Lo importante para la historia filipina, y para el mismo Rizal, es esta pública admisión y reconocimiento, por parte de los mismos masones, de su decisiva intervención en partes vitales de la historia de Filipinas, sean positivas o negativas. Siquiera nos enteramos que no han sido tan solamente los frailes los que jugaron un papel importante en la historia de este país.

También la jugaron con igual, o más importancia, los masones y la Masonería. Y es sobre este hecho por las que esas dos lápidas junto a ese relój masónico cobran su importancia
y su verdadero significado. A saber: “This memorial clock is the capstone on a century of Philippine Masonry and on the centennial of its highest achievements, the Phiilippine Revolution, the Philippine war of independence and the first Republic in Asia whose fighting standards carried the symbols of the Craft: the triangle, the sunburst and the golden eye – perfection, light and wisdom. Enrique L.Locsin. Centennial Grand Master, 1998.”

(Este memorial en forma de este relój es la albardilla  sobre
un siglo de Masonería filipina y sobre el centenario de sus más
altos logros, la revolución filipino, la guerra filipina de
independencia y la primera República en Asia cuyos estandartes de lucha llevaron los simbolos del Oficio: el triángulo, el resplandor solar y el ojo de oro, ----perfeción, luz y sabiduría.)

“The successful Revolution of 1896 was Masonically inspired, Masonically led, and Masonically executed, and I venture to say that the First Philippine Republic of which I was its humble President, was an achievement we owe, largely to Masonry and the Masons.—Emilio Aguinaldo y Famy.”

(La exitosa revolución de 1896 fue masónicamente inspirada,
masónicamente acaudillada y masónicamente puesta en ejecución, y me aventuro en decir que la primera República Filipina de la que fui su humilde Presdiente, fue un triunfo que debemos en gran parte a la Masonería y a los masones.—Emilio Aguinaldo y Famy)