LA LITERATURA HISPANOFILIPINA DEL S. XX: LA POESÍA:

Por Edmundo Farolán

La literatura hispanofilipina es hoy día un fenómeno raro debido a la llegada de los norteamericanos al comienzo del s. XX, resultando en una intensiva lavada cerebral en inglés del pueblo filipino, algo que los españoles en Filipinas durante su permanencia de cuatro siglos no pudieron hacer, particularmente en el campo lingüístico.

A pesar de esto, la literatura hispanofilipina llegó a escribirse. En el s. XVII, Fernando Bagongbanta y Tomás Pinpín escribieron "ladinos", unos versos romanceados sobre temas religiosos, alternados en español y en tagalo: "Gracias a Dios sempiterno/Salamat sa Panginoon Diyos…" (Bagongbanta).

Por otro lado, habían bardos anónimos que escribían canciones en tonos vulgares, mezclando palabras indígenas con el español, recordándonos de los juglares del siglo medieval: "Habrá bailuhan, sorbete y lechón-en la casa de Ñora Quicay…" (Anónimo).

En el s. XVIII, aparece Luis Rodríguez Varela, un criollo, quien fue el primero que escribía composiciones patrióticas. Escribió una colección de poesías titulada Parnaso Filipino, pero no se han conservado copias de esta colección.

No era hasta el s. XIX cuando aparecen literatos de gran importancia. Dos de ellos fueron el héroe nacional, José Rizal (1861-1896), y el novelista Pedro Paterno(1857-1911). Estos dos escribieron en casi todos los géneros literarios, y en particular, la novela y la poesía. Otros escritores en este período de la revolución filipina fueron el soldado y cuentista, General Antonio Luna, y los reformistas que fundaron con Rizal la revista La solidaridad donde aparecieron artículos pidiendo al gobierno español reformas para Filipinas: Marcelo del Pilar, y Graciano López Jaena. Apolinario Mabini, conocido como el sublime paralítico, también se destacó con sus "Memorias de la Revolución".

Rizal, mundialmente conocido por Mi último adiós, su última poesía escrita la noche antes de su fusilamiento, y sus dos novelas, Noli me tangere y El Filibusterismo, traducidas en varios idiomas, fue médico, novelista, poeta, político, filólogo, pedagogo, agricultor, tipógrafo, escultor, pintor, naturalista, y políglota (hablaba más de veinte idiomas).

La poesía que incluimos aquí no es muy conocida pero es interesante porque proyecta el genio de este hombre; muestra en estos versos cómo la síntesis de agua y fuego forma lo que siempre fueron sus deseos para el pueblo filipino: "progreso, vida, luz y movimiento":

EL AGUA Y EL FUEGO (fragmento)

Agua somos, decís; vosotros, fuego.
¡Cómo lo queráis, sea!…
¡Vivamos en sosiego,
y el incendio, 
jamás luchar nos vea,  
sino que unidos por la ciencia sabia  
de las calderas en el seno ardiente,  
sin cólera, sin rabia,  
formemos el vapor,
quinto elemento,  
progreso, vida, luz y movimiento! 

Pedro Paterno nació en Manila, y vivió más de veinte años en Madrid donde publicó su única colección de versos, Sampaguitas, en 1880, y una novela titulada Ninay en 1885. He aquí un ejemplar de su obra poética, un breve romance:

AL ESTALLAR LA TORMENTA (fragmento)

Al estallar la tormenta  
Por la playa me paseo,  
Y en ver las agitaciones  
Del vasto mar me embeleso.  
En su inmensidad descubro  
De mi amor el vivo espejo:  
¡Cuántas olas luchan fuera!  
¡Cuántas perlas duermen dentro!    

Otro poeta, contemporáneo de Rizal y Paterno, pero no en la estatura literaria de estos dos, es Fernando Canon (1860-1938) que tiene un libro de versos publicado en 1921 con el título A la Laguna de Bay. En la siguiente poesía, el sentimiento patriótico del poeta es evidente; la patria Filipinas es la "blanca flor de montañas":

FLOR IDEAL (fragmento)

El rocío de nubes blanquecinas  
Eterniza la flor de las colinas.  
Esa flor que en su cáliz peregrino  
Encierra el ósculo del amor divino,  
Llevado allí por las sublimes notas  
Del eterno cantar de los patriotas.

Al comenzar el s. XX, se inicia aquel período en la la literatura hispanofilipina que podríamos considerar la "edad de oro", o el zenit de la literatura filipina en castellano. Durante este periodo, entre 1900-1946, los escritores filipinos siguieron escribiendo en castellano, y la mayoría de los grandes escritores en este periodo escribieron contra el régimen norteamericano.

Los que más se destacaron fueon el poeta Fernando María Guerrero, y el poeta, dramaturgo y político Claro Mayo Recto. Otros dramaturgos, cuentistas y poetas durante este periodo fueron: Francisco Liongson, Jesus Balmori, Manuel Bernabé, Isidro Marfori, Francisco Zaragoza, Emeterio Barcelo-Barcelón, Felipe Gómez Wyndham, Severino Reyes, Francisco Varona, Ramon Torres, Adelina Gurrea, Antonio Abad, Felipe Gómez Wyndham, Evangelina Guerrero Zacarías,Enrique Fernández Lumba, Enrique Centenera, Fernando de la Concepción, Esperanza Lázaro Baxter, Nilda Guerrero de Barranco, Enrique Laygo, Alejo Valdés Pica, Luis Nolasco, y Antonio Serrano.

Fernando Ma. Guerrero (1873-1929) trabajó por un tiempo para el diario La Independencia fundado por el patriota ilocano, Antonio Luna, poco antes de la guerra filipino'americana. Publicó dos libros de versos, Crisálidas y Aves y Flores. En el siguiente fragmento del poema Mi Patria, expresa su amor patrio con un liricismo que luego fue conocido como el "príncipe de los poetas lírcos"

MI PATRIA (fragmento)

Filipinas es un nido  
Formado de hermosas flores,  
Es un idlio de amores  
Sobre un mar embravecido;  
Es el delirio querido  
Que mi cerebro obsesiona;  
Es la impávida matrona  
Que heredera de titanes,  
Tiene por solio volcanes
Y centellas por corona. 

Cecilio Apóstol (1877-1938) trabajó también como periodista  para el periódico revolucionario La Independencia y otros como La Fraternidad, La Unión, El Renacimineto y La Democracia durante los primeros años de la ocupación norteamericana. Fue miembro de la Academia Filipina desde 1924. Su libro de versos, Pentélicas, pinta paísajes con imágenes vivas. Al leer sus poesías, el lector tiene la impresión de ver unas fotografíass, o más bien, una película documentaria al estilo National Geographic. Ejemplo de esto es la poesía Paisaje Filipino:

PAISAJE FILIPINO (fragmento)

El sol en ebriedad suprema el suelo muerde  
Porque todo en la hora canicular concuerde,  
Ni un hálito de brisa cruza la extensa y verde  
Paz del campo, ni un ave en el azul se pierde.  
……………  
Lejos corre, seguida del crío, una potranca,  
Un carabao lustroso en un charco se estanca;  
En su lomo una garza hace una nota blanca.  
Un río desenrosca las eses de su tripa,  
Y asoma, allá donde su curva se disipa,  
Las manchas trapecialez de sus techos de nipa.

Isidro Marfori (1890-1949) nació en Calamba, Laguna y murió en España. Fue ganador de varios premios literarios por sus poesías, ya influidas por los ismos que invadían España durante su estancia allá. Publicó las siguentes colecciones poéticas: Cadencias, Aromas de ensueño, Bajo el yugo del dólar, Sonetos, y Versos.Sus tempranas poesías combinan trazos del romanticismo influid por el colombiano Vargas Vila y al español Becquer, particularmente en el empleo del extremadamente individualista y romántico "yo". He aquí un fragmento de su poema Líricas:

LÍRICAS (fragmento)

Aunque se diga luego  
Que soy un ruín o un loco  
O mi obra es la de un ciego,  
Mujer, te amaré un poco.  
¿Qué me importan la mofa 
y la histriónica risa  
y el menosprecio hipócrita 
de los viles de rango?  
Acojo la sonrisa  
De tu ilusión doliente…
¡Ven a mí, flor del fango!

                

La poesía latinoamericana dejó huellas en la poesía filipina, como acabamos de ver en esta poesía. El rubendarismo llegaba a su cima en Filipinas en los primeros años del siglo actual, y los poetas filipinos leían Azul (publicado por primera vez en 1888), Prosas Profanas (1896), y Cantos de vida y esperanza (1905). La sensibilidad poética de los filipinos iba mano a mano con la de sus hermanos latinos,y por eso, el Modernismo como movimiento literario tuvo un impacto tremendo en los poetas filipinos

La influencia del poeta mexicano Amado Nervo ("Era llena de gracia el Avemaría"/ quien la vio no la pudo jamás olvidar) se replica en la poesía que lleva el mismo título, Gratia Plena, de Jesús Balmori (1886-1948). Pero era la intención de Balmori superar, y no imitar, al poeta mexicano:


GRATIA PLENA (fragmento)    

Ya de ti ni siquiera en sueños me acordaba,  
Pero ante el blanco altar del Santo Sacramento  
Te he visto comulgando. 
Cuando el cáliz se alzaba  
¡Tu frente se doblaba como una flor al viento!  
…………………
¡Gratia plena, mujer!  
Cuando acabó la misa  
y pasaste ante mí con la frente inclinada,  
sin que abriera la alba de tu mirada:    
¡Yo caí de rodillas!  
Y de tu encanto en pos,  
Ante mi Dios pequé, miserable de mí,  
Porque hasta ahora no sé si me postré ante Dios  	
O me postré ante ti. 
 sé si me postré ante Dios  	
O me postré ante ti.
                

Hablando de la mujer filipina, en el campo literario, entre las escritoras, se destacan Evangelina Guerrero Zacarías, Adelina Gurrea, Nilda Guerrero Barranco, y Esperanza Baxter. Continuamos en los números siguientes a explorar las poesía de estas poetisas. Veremos también en los numeros venideros a los poetas que escribieron desde los años 60 hasta el presente, con una edición especial a mi gran amigo y mentor, q.e.p.d., Don Francisco Zaragoza..