Las Dalagas Filipinas Claro M. Recto Dalagas del terruño, el poeta os saluda, Por las manos que tienen mansedumbre de tulles, Adoro vuestros labios, donde el sol de mi tierra Ojos negros, refugio de hechizos y embelesos, Manos sutiles, como suavidades de lago, Frente, color de aurora, donde bellas florecen Cabellera flotante cual selva enmarañada, Pies finos, diminutos, de rosáceos talones, Talle gentil y esbelto como enhiesta palmera Todo un conjunto armónico y grato que envidiara Quién dice que no es bella la mujer filipina,
RECTO, CLARO M. [1890 - 1960] Maximo declamador y escritor en prosa. Su inspiracion siempre fue viril y en sus poesías se expresa la belleza, el amor, la mujer. Era un eslabón entre el clásico y el modernista, pero conservó siempre su personalidad como poeta filipino.Nacido en Tiaong, Tayabas (ahora Quezon) el febrero de 1890 estudió en el antiguo Ateneo de Manila donde se distinguió en literatura y lenguajes clasicos. La mayoría de sus escritos se publicó en El Renacimiento y en 1911 publicó un libro de versos titulado Bajo Los Cocoteros. Era también dramaturgo. Solo Entre Las Sombras y La Ruta de Damasco son dos dramas que vívida y magistralmente retratan los problemas sociales de su país. Abogado de profesion, Recto era el titán del foro filipino y uno de los más distinguidos políticos de la nación. Fue presidente de la Convencion Constitucional y esbozó así la Constitucion de Filipinas en 1936. Fue Senador, Presidente de la Academia Filipina correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua, Magistrado del Tribunal Supremo y miembro de la Cámara de Representantes. Recto pasó a mejor vida el 2 de octubre, 1960, en Roma cuando estaba por ver realizado su sueño dorado de visitar y hablar al pueblo español, cuya lengua dominaba con máxima maestría. Víctima de un ataque cardiaco, sus últimas palabras, que reflejan su nacionalismo furibundo fueron: "Qué terrible es morir lejos del terruño."
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