La Zarzuela Filipina en Montréal Manuel Betanzos Santos [Nota de Tony P. Fernández: Durante la época colonial española fueron frecuentes las representaciones de zarzuela en Filipinas. La llegada desde España de compañías de zarzuela y ópera en Filipinas, promovieron entre los filipinos un interés y un gusto por este género musical que se llamó 'zarzuela' y que andando el tiempo, se popularizó y se extendió por todo el país. En 1991, la compañía teatral TANGHALANG FILIPINO del Centro Cultural de Filipinas, hace una gira por el Canadá y estrena por primera vez en Montreal la zarzuela PAGLIPAS NG DILIM. Entre los escritores que cubrieron el evento teatral fue Manuel Betanzos Santos (fallecido), corresponsal de un periódico de Barcelona. Betanzos ha enseñado lengua y literatura española en varios centros docentes. Desde su llegada al Canadá vino cultivando y difundiendo la poesía hispana a través de Boreal, revista internacional de poesía que él fundó en 1965. ] La zarzuela, esa pieza melodramática del teatro español del siglo XV11, llamada así por representarse en una posesión real y en tiempos de un Calderón de la Barca con grandes alardes escénicos en el Buen Retiro de Madrid, alternando la declamación con el canto, el diálogo con la poesía y la danza, lo cómico con lo serio, los sentimientos con la ironía de la crítica social, etc… ha llegado a Montreal por primera vez y nada menos que desde Filipinas, recordando un tanto a España desde ese precioso rincón espiritual que forma parte de sus tradiciones culturales. Actualmente la compañía teatral TANGHALANG FILIPINO del Centro Cultural de Filipinas, patrocinada por el Departamento del Turismo Filipino y varias Asociaciones Filipino-Canadienses, hace una gira por el Canadá promoviendo la cultura filipina en sus comunidades, invitáandolas a un acercamiento a la tierra de origen. Esta presentó en un teatro local montrealense la zarzuela PAGLIPAS NG DILIM (título en tagalog que se podia traducir por "Al pasar la noche…") ante un público atento y emocionado por el recuerdo de cosas y palabras que revive en un presente. PAGLIPAS NG DILIM, con un elenco teatral de 36 comendiantes, a quien mejor, fue escrita en la Segunda década de este siglo por Precioso Palma y León Ignacio. Habiendo sido ya representanda en Manila en el año 1969, esta vez bajo la dirección del joven director Nonon Padilla obtuvo en Montreal un éxito extraordinario. Al terminar la pieza, fuí presentado a su director y éste me preguntó por el origen de la zarzuela que al parecer escriben "SARSUWELA". Entonces me dijo que, hoy día, los jóvenes y estudiantes la siguen muy de cerca y que tiene otras en proyecto, pero con Paglipas ng Dilim irá a Sevilla para representarla durante la Exposición del 92. El tema de esta zarzuela es típicamente costumbrista. Es una comedia que resalta los valores humanos, que busca una identidad filipina, al mismo tiempo que critica su sociedad en tono festivo. Dos jóvenes, una vanidosa y hecha a la vida fuelle Americana (la alembong) y otra tímida que representa a la verdadera mujer filipina (la llamada tunay na filipina o "Maria Clara"), entran en la vida de un joven enamorado que acaba de hacerse doctor. Merodeando entre ellas, al final triunfa, en sus idas y venidas, el idealismo amoroso y romántico que justifica el buen sentido. Alrededor de los tres jóvenes giran amistades confidentes, cómicos de comparsa que rompen posibles tensiones, padres ridículos y otros personajes, en movida acción. Esta empieza en 1920 con el primer acto, viéndose cambios de ropaje y actidudes así como situaciones de lugar; desde el jardín burgués con su jolgorio de fiesta hasta la empaquetada etiqueta de la recepción matrimonial del tercero. Lo maravilloso, entre tanto, es la actuación de este teatro con apariciones sorprendentes de coreografía y vistosos trajes a lo que se añade el lenguaje empleado. Este se expresa en una mágica conjugación de tagalog, español (la pieza empieza por un hola y termina casi con un buenas noches rotundamente enunciados), inglés, "taglish" (mezcla de inglés y tagalog), sin olvidar el chabacano o "lengua de trapo" que es el que más se acerca a la lengua de los españoles en Filipinas y que resulta muy interesante semánticamente. Al salir del teatro me fui andando con Tony Fernández, periodista Filipino e hijo de español, merecedor de premios por su acendrado sentimiento filipinista y defensor de lo español en su patrimonio cultural, un 'rara avis' entre los pocos hispanistas que van quedando en las Islas. Tony me dijo que la zarzuela estuvo prohibida en Filipinas durante la ocupación japonesa de los años 40 porque los nipones creían ver en ella un mensaje subversivo. Me corroboró lo que poco ante me dijera el director de Paglipas ng Dilim, es decir, que la zarzuela hoy está en moda en Filipinas, esquivándose un tanto la música machacona de Hollywood.
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